El café es mucho más que una bebida para muchas personas, es una parte fundamental de su ritual para conseguir comenzar el día con ganas, también puede ser su mejor aliado para poder hacer una pausa en el trabajo, es la excusa para ponerse al día con sus compañeros o el único motivo por el que son capaces de concentrarse después de comer cuando no tienen la posibilidad de echarse una reconfortante siesta, algo muy típico en España. Para muchos el aroma del café es suficiente para mejorar su humor y el primer sorbo a esta bebida hace que se les ponga una sonrisa en la cara, pero lo que muchos ignoran es que la forma en la que preparamos el café podría tener efectos negativos para el corazón.
Es habitual escuchar todas las bondades que tiene esta bebida, como su consumo puede darnos energía, pero también cuidar nuestra salud gracias a sus antioxidantes, siempre que se toma en las cantidades adecuadas y sin excesos, por supuesto. También hay algunos estudios que señalan que la hora a la que se toma puede marcar la diferencia y parece que también la forma en la que se prepara es esencial. Un detalle extra que puede hacernos reflexionar e incluso invitarnos a cambiar algunos hábitos, apostando por otras formas de preparar esta bebida que tantas pasiones despierta.