Nuestra rutina de belleza ya no se entiende sin una buena limpieza diaria que ayude a eliminar los restos de maquillaje y suciedad que se acumulan en nuestro rostro. En esta tarea, los cepillos eléctricos de silicona son de gran ayuda, puesto que realizan una limpieza en profundidad. Otra de las labores beauty que llevamos a cabo para mimar nuestro rostro es aplicar crema solar a diario, el mejor antiedad que podemos encontrar. Hidratar la piel y hacer deporte son otros dos aspectos que tenemos en cuenta porque influyen en nuestro rostro y, sin embargo, hay uno que está pasando desapercibido: la contaminación, que puede crear deshidratación, aspecto apagado y hasta la aparición de pequeñas manchas e imperfecciones.
Por suerte, el mundo de la cosmética es consciente de este perjuicio que, a largo plazo, acelera el estrés de las células, lo que provoca el envejecimiento prematuro de nuestro rostro. De hecho, este factor es el causante del 80%. De ahí la importancia de dar con los productos adecuados para evitar sus efectos. Continuar con las limpiezas diarias es básico, pero a nuestra rutina debemos incorporar de forma semanal exfoliaciones y mascarillas purificantes que cumplan con este cometido.
Pero, además, existen gamas específicas antipolución que evitan la incidencia de factores externos nocivos y Lancaster tiene una de ellas.