El último trimestre de embarazo y, sobre todo, cuando se aproxima la fecha del parto es cuando las mujeres se encuentran más incómodas. El bebé ya ocupa un espacio considerable dentro del útero que se le termina haciendo pequeño. Por eso, puede ser normal que el bebé se encaje en las costillas. ¿Qué es lo que puede delatar que esto ha ocurrido?
Dolor por los movimientos del bebé
Que el bebé se encaje en las costillas no es nada agradable para las madres. Se trata de una zona del cuerpo que se encuentra relativamente comprimida para poder ofrecerle un mayor espacio al útero y al bebé. Esto genera dolor, sobre todo, porque el bebé está en una fase en la que se mueve. Es normal notar las patadas, pero cerca de las costillas esto puede ser incómodo.
Si los movimientos que hace el bebé son bruscos y se encuentra encajado en las costillas, el malestar puede incrementarse, incluso puede aparecer una sensación de ardor. Muchas madres encuentran como solución darse un masaje en la zona para que el bebé se mueva y puedan aliviar la presión que está ejerciendo sobre sus costillas. A veces, caminar puede ayudar.
Sensación de ahogo que no desaparece
Esta es una sensación muy desagradable en la que puede que no duela nada,