Según un estudio de la Sociedad Española de Medicina Estética, el 40% de la población en España se ha sometido alguna vez a un retoque estético, siendo el ácido hialurónico uno de los protagonistas indiscutibles de esta revolución. Este compuesto natural, presente en la piel y tejidos del cuerpo humano, se ha convertido en una opción popular para aquellos que desean rejuvenecer su aspecto sin recurrir a procedimientos quirúrgicos invasivos.
Sin embargo, como en cualquier disciplina médica, la aplicación incorrecta del ácido hialurónico puede tener consecuencias indeseables. En este artículo, exploraremos en profundidad la pregunta que a menudo ronda la mente de quienes consideran someterse a estos tratamientos: ¿Qué sucede si me aplican mal el ácido hialurónico? A través de un análisis riguroso, examinaremos los pros y los contras de este retoque estético para que podamos tomar decisiones informadas.
¿Qué es el ácido hialurónico y cómo funciona?
El ácido hialurónico es una sustancia natural presente en nuestro cuerpo, que se encuentra en la piel, articulaciones y ojos. En la medicina estética, se utiliza en forma de gel para rellenar arrugas, líneas finas y aumentar el volumen de los labios y otras áreas faciales.
Su principal función es retener agua, lo que ayuda a hidratar y rejuvenecer la piel.