Las infecciones de las vías urinarias son un problema relativamente común, especialmente entre las mujeres, y a menudo muy molesto. Aunque normalmente no son graves, cuando aparecen es imprescindible acudir a un médico y recibir el tratamiento adecuado para evitar que se produzcan complicaciones importantes.
En este sentido, lo más habitual es que las infecciones de orina se traten con una serie de antibióticos como son la amoxicilina, el trimetoprom o la ampicilina.
¿Cuáles son los principales efectos secundarios?
Esta clase de antibióticos han resultado fundamentales en la historia de la humanidad precisamente para que problemas de salud que hoy en día percibimos como menores no sean altamente letales. Sin embargo, no están exentos de ciertos riesgos, con lo que es imprescindible emplearlos siempre de acuerdo con las indicaciones de un médico.
Según explica el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos, los efectos secundarios de los antibióticos más comunes incluyen la aparición de sarpullidos, náuseas, diarrea y ciertas infecciones por hongos.
En casos menos comunes, pero mucho más graves, el paciente puede sufrir infecciones por algunas bacterias resistentes a los tratamientos como C. difficile (en este caso concreto, puede lesionar gravemente el colon e incluso provocar la muerte) o reacciones alérgicas graves.
Por ello,