Aunque la actual pandemia de coronavirus, cuyo origen se cree que es zoonótico (transmisión de un animal a un humano) podría hacernos creer otra cosa, en realidad la principal fuente de brotes infecciosos en el mundo no es el reino animal sino el agua contaminada. Por esta vía se puede contraer enfermedades muy graves, como son el cólera o la shigelosis.
La shigelosis es la enfermedad que causa la infección por las bacterias del género Shigella. Se trata de una forma de disentería (es decir, diarrea hemorrágica) que se estima que causa al menos 200.000 muertes al año, según los datos proporcionados por la OMS.
Se trata de una afección muy contagiosa, que se contrae a través de la ruta fecal-oral. Por ello, aunque es frecuente la transmisión entre personas cuando hay una higiene de manos pobre (por ejemplo, es frecuente en centros educativos y guarderías), a menudo los brotes se producen por beber agua o comer alimentos contaminados.
Así, es más prevalente en los países en vías de desarrollo, en los que la higiene por lo general es más deficiente. Sin embargo, también se dan casos en los países desarrollados.
El cuadro de la shigelosis es el clásico de la disentería, caracterizado principalmente por la diarrea con sangre o mucosidad.