Existen herramientas que podemos aplicar a nuestro día a día para dormir mejor por las noches; como realizar cambios en nuestra alimentación, practicar determinados ejercicios y establecer rutinas adecuadas antes de ir a la cama. De hecho, es posible educar a nuestro cerebro para activar la glándula pineal y generar así niveles elevados de melatonina que nos ayudan a descansar placenteramente, protegen la salud física y mental, y nos facilitan la ejecución de tareas cotidianas.
¿Por qué es importante el descanso?
Además de aportarnos la energía necesaria para rendir en las actividades de la vida diaria, el descanso nos aporta un buen estado de salud, tanto física como mental.
A la hora de dormir es tan importante la calidad de sueño, como la cantidad. Un adulto debe dormir al menos siete horas por la noche. Tener un descanso de calidad nos ayuda a tener mejores reflejos, ser más creativos, resolutivos, contar con un mayor número de defensas, etc
Durante las horas de sueño el organismo trabaja para llevar a cabo las funciones cerebrales correctamente. Así mismo, en edades tempranas el sueño favorece el desarrollo y el crecimiento.
Por tanto sufrir deficiencia de sueño, independientemente de la edad, afecta muy negativamente al estado de salud. La falta de sueño incrementa el riesgo de obesidad,