MERCEDES BORJA
- El aire acondicionado, las bebidas muy frías, los baños bruscos o los viajes son algunos de los motivos fundamentales.
- Tomar paracetamol o algún anticatarral, además de descansar y beber agua, son los remedios principales.
- ¿Cómo evitar las intoxicaciones alimentarias en verano (y todo el año)?
Aunque sea de manera inconsciente, los resfriados se relacionan con los meses de invierno. Y es cierto que con el frío existen más posibilidades de coger un catarro, pero con las altas temperaturas este riesgo también existe. De hecho, cada año se registran en España en torno a 2 millones de constipados durante los meses más calurosos, el 20% del total.
Igual de fastidiosos que el resto del año, mucha gente asegura que estos episodios les resultan mucho más molestos en verano, pues, además de que pueden arruinar una semana de las ansiadas vacaciones, ¿a quién le apetece abrigarse, tomarse un caldo de pollo o un vaso de leche con miel con 35 grados?
Ante la inexistencia de un medicamento que permita curarlos, el paracetamol y los anticatarrales son los remedios fundamentales para aliviar la fiebre y el malestar general. Descansar, beber agua en abundancia y evitar los cambios bruscos de temperatura son algunas de las prácticas que permitirán sobrellevar los síntomas más fácilmente.
¿Por qué nos resfriamos en verano?
Básicamente por el mismo motivo que en invierno: estar en contacto con los virus que causan el resfriado, ya sea a través de una persona enferma o al tocar objetos previamente infectados. Se calcula que son alrededor de 200 distintos, y los más comunes son los rinovirus (más frecuentes y resistentes en invierno) y los enterovirus (más frecuentes en verano).
Muchos de ellos, sobre todo los rinovirus, sobreviven muy bien a las bajas temperaturas y con la llegada del buen tiempo suelen disminuir, pero están presentes todo el año. El frío -junto a otros motivos- hace que en invierno aumente la vulnerabilidad a estos virus, pero en verano también pueden darse una serie de circunstancias, casi todas relacionadas con los cambios bruscos de temperatura, que conllevan la exposición a contraer un resfriado:
- Aire acondicionado. Es, sin duda, el causante de la mayor parte de los refriados veraniegos. Además de provocar cambios bruscos de temperatura entre el exterior y el interior,