Tras el levantamiento de las medidas sanitarias impuestas a tenor de la pandemia de SARS-CoV-2, se ha registrado en España un repunte de casos de gripe, una de las infecciones estacionales más importantes y comunes en nuestro país.
Es bien sabido que existen vacunas contra la gripe, y que de hecho anualmente se ponen en marcha campañas de vacunación de gran alcance contra esta enfermedad. Así, cabe preguntarse por qué a pesar de ello sigue siendo una enfermedad tan prevalente y con tantos costes económicos y sociales.
El patrón cíclico de la gripe
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda causada por ciertos virus (concretamente, los influenzavirus A y B) de ARN que afecta a las vías respiratorias (altas y bajas) y en ocasiones a otros órganos y sistemas (como los músculos y el cerebro). Una de sus principales características está en su elevada transmisibilidad, que explica el patrón epidémico que sigue su propagación.
Normalmente, y a diferencia de los resfriados comunes (con los que en ocasiones se confunde), la gripe suele manifestarse súbitamente con fiebre alta, dolor de garganta, debilidad, dolores musculares, dolor estomacal, dolores articulares, cefalea y tos.
La razón de su estacionalidad no está del todo clara y es motivo de debate entre los académicos.