El síndrome de Cushing, también conocido como hipercortisolismo, es una enfermedad producida por la exposición prolongada a glucocorticoides. En otras palabras, es causado por tener demasiado cortisol en el cuerpo.
El síndrome de Cushing se considera poco frecuente. Las estimaciones varían, pero se cree que afecta a entre cinco y setenta personas por millón cada año, y afecta principalmente a personas que han estado tomando medicamentos esteroides, especialmente comprimidos, durante mucho tiempo.
Está comprobado que las mujeres padecen el síndrome de Cushing que los hombres, y es más común que se diagnostique entre los 30 y los 40 años de edad.
Los síntomas pueden comenzar repentinamente o de forma gradual, por lo que a veces es difícil detectarlos al principio, pero tienden a empeorar si no se tratan.
Los síntomas más comunes del síndrome de Cushing están relacionados con el aumento de peso y la grasa corporal. Entre ellos se incluyen:
- Aumento de grasa en el pecho y el abdomen, pero brazos y piernas delgados.
- Una acumulación de grasa en la parte posterior del cuello y los hombros (conocida como ‘joroba de búfalo’).
- Una cara roja, hinchada y redondeada (a veces llamada ‘cara de luna’).
- Piel en la que se producen hematomas con facilidad.