No es lo mismo estar solo que sentirse solo pero lo que sí es cierto es que para las personas mayores la soledad es uno de los problemas más temidos. Representa una de las causas más frecuentes de muertes prematuras en la tercera edad y, además, tiene graves consecuencias en la salud física y mental.
Estudios recientes demuestran que cuando una persona se siente aislada segrega la llamada hormona del estrés (cortisol) lo que a su vez eleva la presión arterial, causando insomnio y aumentando los síntomas de depresión. Otros, realizados por la Universidad de Chicago, comprobaron que los sentimientos de soledad conllevan enfermedades cardiovasculares e, incluso, afectan el sistema inmunológico y endocrino.
La soledad, sobre todo cuando no es deseada, afecta directamente a la autoestima y el humor, provoca tristeza y miedo, y puede tener consecuencias graves como la pérdida de la memoria y la pérdida de las facultades sociales como el habla. Además es uno de los principales factores de riesgo de distimia, ansiedad y enfermedades neurodegenerativas como la Demencia senil, Alzhéimer o Párkinson.
Para Clara Fernández fundadora Rosita Longevity, la app de salud orientada a mejorar la calidad de vida de las personas a partir de los 60 años,