Llega el cambio de año y el momento de hacer balance. Muchas personas se sentirán satisfechas, harán balance viendo lo positivo sobre lo negativo, y otras muchas harán el proceso inverso porque se sienten negativas, cansadas, saturadas. A priori atribuimos ese desgaste a situaciones laborales, económicas, relaciones personales… Pero la psiquiatra Marian Rojas Estapé indica que el trasfondo de ese pesimismo pueden ser hábitos que contaminan cuerpo y mente.
No dormir lo suficiente
Por más que tengamos claro que es necesario un sueño reparador de al menos siete horas, mucha gente se conforma con cuatro o cinco horas o, lo que es peor, normaliza el insomnio. Esto es un gran error para la psiquiatra porque esa regeneración que proporciona el sueño garantiza afrontar el día con la energía necesaria.
El desorden
Dice Rojas Estapé que el desorden no favorece en nada a nuestra energía. Incluso aquellas personas que parecen sentirse a gusto en el caos, que encuentran lo que necesitan entre montañas de elementos desordenados, no pueden tener la misma paz mental que aquellas que procuran el orden. Y va más allá de un detalle exterior, visible. La experta asegura que el desorden impacta en el sistema inmune, la distracción nos lleva a estar más dispersos y con menos armonía general.