El consumo de conservas de pescado y moluscos en España ronda los cuatro kilogramos por persona y año, según datos de Statista. Aunque no se trata de la prioridad en cuanto a consumo de este alimento tan recomendable, lo cierto es que echamos mano de las latas de conserva con mucha facilidad, sin pensar que por regla general están envueltas en aceites, y añaden gran cantidad de sal para su conservación. Aún así, no se trata de demonizar las conservas, solo de equilibrar su consumo.
El pescado siempre va a situarse en la cima de los alimentos saludables que podemos y debemos incorporar a nuestra dieta, muy por delante de la carne según la gran mayoría de nutricionistas. Sin embargo, no podemos circunscribir el consumo de este producto saludable a las latas de conserva, según explica el nutricionista Luis Zamora en su espacio del programa Atrévete Dial, en Cadena Dial.
Pescado en lata: sí, pero sin abusar
Tomar pescado en conserva es un gesto, en principio, saludable, puesto que el consumo de este alimento proporciona una buena dosis de proteínas de calidad. Es cómodo, y nos asegura cierto aporte de un producto imprescindible en la dieta mediterránea. Sin embargo, el error que podemos cometer es abusar de ello,