El ejercicio es bueno para la salud. Esto cada vez parece más claro y cada vez más personas están concienciadas de ello, pero eso no quiere decir que sea más sencillo ponerse las zapatillas y hacer un poco de deporte. Es necesario tener tiempo, pero también esforzarse y crear una rutina para evitar que el sedentarismo gane en nuestras vidas. En España, más de un tercio de la población ocupa su tiempo libre con actividades sedentarias, según la Encuesta Europea de Salud.
Una vida activa nos ayuda a estar en forma, tonificar los músculos y fortalecer los huesos, pero también cuida nuestra salud mental y hace que tengamos más energía. No obstante, en los casos en los que existe algún tipo de enfermedad, sobre todo en el caso de algunas de las que son crónicas, como la artritis reumatoide, la actividad física es todavía más importante, porque puede ayudarnos a reducir algunos de los síntomas más habituales: puede reducir el dolor, desarrollar la fuerza muscular en las articulaciones y disminuir la rigidez articular, lo que mejora el movimiento y, por tanto, la calidad de vida.
Tres tipos de ejercicios para aliviar los síntomas de la artritis reumatoide
No todos los ejercicios son igual de efectivos, por ejemplo en el caso de quienes han sido diagnosticados con artritis reumatoide hay algunos que no conviene hacer,