La microbiota ha ganado relevancia científica y social en los últimos años, cuando nos hemos dado cuenta de que la alojada en el intestino cumple funciones fundamentales en el bienestar general del organismo. Algo parecido ha ocurrido con el estómago y esa consideración acertada como segundo cerebro humano. En ambos la dieta es la clave para asegurar que todo funcione correctamente, y sobre ella aconsejan expertas como la farmacéutica y divulgadora Marián García, conocida como Boticaria García.
A día de hoy, no hay evidencia científica que sostenga que determinados alimentos puedan favorecer más o menos el buen funcionamiento de la microbiota intestinal. Sin embargo, analizando ciertas propiedades naturales de lácteos, frutos y semillas, Boticaria García apunta que su ingesta sí puede ser interesante para mantener sus funciones intactas.
En el intestino está una parte de los numerosos microorganismos que residen en nuestro cuerpo, junto a los presentes en el tracto gastrointestinal, el genitourinario, la cavidad oral, la nasofaringe, el tracto respiratorio o la piel. La intestinal es una de las comunidades más densamente pobladas.
Habitualmente olvidada hasta que se producen en ella desequilibrios que nos generan malestar, la microbiota intestinal se caracteriza porque cuenta con microorganismos que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal mientras que otros lo hace de forma variable y también transitoria.