Los microplásticos -partículas de menos de 5 milímetros que se desprenden del plástico al degradarse- son contaminantes omnipresentes en el planeta. En el cuerpo humano se han detectado en la sangre, el cerebro y los pulmones, pero aún no se sabe bien cuáles son sus efectos en el organismo.

Una nueva investigación, cuyas conclusiones se han presentado este lunes en la Conferencia Internacional ATS 2025, ha estudiado los efectos de los microplásticos en el pulmón y el sistema inmunitario pulmonar. Ha descubierto que estos contaminantes inhalados impiden la labor de los macrófagos pulmonares, un tipo de glóbulos blancos de los pulmones que son fundamentales para el sistema inmunitario.

Los macrófagos -las células inmunitarias más abundantes del pulmón- son los guardianes del sistema inmunitario: devoran patógenos y mantienen la homeostasis de los tejidos, y también eliminan las células muertas, que pueden causar inflamación crónica si se dejan acumular. El estudio muestra cómo la exposición a microplásticos afecta a la función inmune y aumenta el riesgo de cáncer y otras enfermedades, unos riesgos que, además, no se limitan a los pulmones, sino que pueden afectar a todo el organismo, según el estudio.

«Los microplásticos respiratorios se diseminan sistémicamente tras atravesar el pulmón y afectan negativamente a la función de los macrófagos. En general, pueden tener efectos perjudiciales en todos y cada uno de los sistemas orgánicos y contribuir a diversas enfermedades«,

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