Realizar un seguimiento regular de nuestra salud, bajo la supervisión de un profesional médico, constituye la forma más efectiva de monitorear los niveles de glucosa en la sangre. Someterse a pruebas específicas facilita la identificación de datos precisos y posibilita el diagnóstico del estado de salud de nuestro cuerpo. El análisis de sangre, por ejemplo, es una herramienta que permite tanto la vigilancia como el diagnóstico de la diabetes. Según la Federación Internacional de Diabetes, esta enfermedad afecta a uno de cada siete adultos en España.
Los principales factores de riesgo para el aumento de los niveles de azúcar puede ser variados, desde la alimentación hasta el ejercicio físico, pasando por el estrés. El dolor, dormir poco, no beber suficiente agua o saltarse el desayuno son otros aspectos que pueden alterar nuestra glucosa. Además, hay que tener especial cuidado con los endulzantes artificiales o el café, ya que tienen impacto en los niveles, así como las horas del día, produciendo picos de subida.
Niveles de glucosa en sangre altos, ¿qué significa?
La glucosa es un tipo de azúcar que es la principal fuente de energía para el cuerpo y se obtiene a través de los alimentos. La glucosa se libera en el torrente sanguíneo y cuando los niveles de esta se elevan, el páncreas libera insulina,