La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda beber entre 2 y 2,5 litros de agua diarios. Beber agua ayuda a eliminar los desechos a través de la orina, la transpiración y las deposiciones, mantiene la temperatura en niveles dentro de lo normal, lubrica y amortigua las articulaciones y protege los tejidos sensibles, según la revista médica Mayo Clinic. En los últimos datos del Canal de Isabel II, en España se consumen 59,46 litros de agua por habitante y año. Pero, ¿preferimos beberla con gas o sin gas? Esto es todo lo que tenemos que saber de esta bebida tan refrescante con numerosos beneficios.
Según la OCU, el agua con gas es una alternativa saludable, que no contiene azúcar, aditivos, ni alcohol; solo minerales. Una opción perfecta para aquellos que desean reducir el consumo de refrescos poco saludables en su día a día, ya que según datos del Statista, España es el séptimo país en el consumo de estas bebidas, no tan saludables.
Beneficios y precauciones del agua con gas
El agua con gas, que solamente es H₂O con anhídrido carbónico (CO₂), responsable de las burbujas, además de refrescarnos y calmar la sed, es esencial para el buen funcionamiento del organismo.