Los efectos negativos del consumo de alcohol en nuestro organismo son de sobra conocidos desde hace años, pero no tanto su influencia en otros procesos como el de la paternidad.
Los científicos ya han demostrado que los hábitos de bebida de los padres pueden tener un efecto negativo en el desarrollo del feto e incluso afectar los resultados de la fecundación in vitro.
Pero ahora, los investigadores han descubierto que los efectos del consumo de alcohol tardan más de lo que se pensaba en abandonar el esperma del padre.
Michael Golding, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad Texas A&M (EE UU), dice: «Cuando alguien consume alcohol de forma regular y luego deja de hacerlo, su cuerpo sufre una abstinencia».
«Lo que descubrimos es que los espermatozoides del padre todavía se ven afectados por el consumo de alcohol durante la abstinencia, lo que significa que los espermatozoides tardan mucho más de lo que pensábamos anteriormente en volver a la normalidad», agrega Golding.
Uno de los principales riesgos relacionados con el consumo de alcohol antes y durante el embarazo es el síndrome de alcoholismo fetal (SAF), que provoca rasgos faciales anormales, bajo peso al nacer, problemas de atención e hiperactividad y mala coordinación.