El sedentarismo se ha convertido en los últimos años en un problema de salud pública en España. Sus implicaciones en la salud y el bienestar general parecen seguir siendo infravalorados por una parte importante de la población, a pesar de las alertas de las autoridades sanitarias y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La espalda es una de las partes del cuerpo más damnificadas por la falta de ejercicio físico, pero podemos intentar remediar las consecuencias.
Los datos de la OMS no dejan lugar a dudas: los adultos que no realizan ejercicio físico aumentan su riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer y la diabetes en el plano físico, y depresión y ansiedad en el plano mental. En el caso de la población infantil y adolescente, se compromete la salud ósea y muscular además del desarrollo cognitivo. Las estimaciones de la OMS indican que 31 por ciento de adultos y un 80% de menores no realizan la debida actividad.
Las consultas de fisioterapeutas y osteópatas cuentan con listas de espera interminables, síntoma de que estamos descuidando algo tan importante como la espalda. El dolor puede tener diferentes orígenes, siendo la ciática y la lumbalgia las afecciones más comunes. Afectan a zonas diferentes: si el dolor se extiende desde las lumbares para atravesar la pierna y llegar al talón o el pie,