MERCEDES BORJA

  • Consejos para tener todo en orden dentro de este pequeño cajón de sastre.

Botiquín de primeros auxilios

Prácticamente todos tenemos en casa un botiquín, un pequeño cajón de sastre al que recurrimos cuando necesitamos un medicamento común o cuando tenemos un pequeño accidente.

Pero tenerlo no significa que lo gestionemos correctamente. Tener todo lo necesario, así como actualizarlo regularmente o saber situarlo bien es importante para que nos sea útil cuando lo necesitemos.

Qué debe tener un botiquín

Según organismos como la Consejería de la Comunidad de Madrid o el Real e Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, el contenido del botiquín debe dividirse en dos bloques:

Material de primeros auxilios

Es el material al que recurrimos cuando nos hacemos una herida leve, como un corte o una quemadura. Debe contener:

  • Accesorios: Tijeras, pinzas para extraer cuerpos extraños, jeringuilla desechable y un termómetro.
  • Material de cura: tiritas, suero fisiológico (mejor en monodosis), gasas estériles, vendas, esparadrapo, alcohol para desinfectar el material, antiséptico para las heridas (clorhexidina o povidona yodada), un pañuelo triangular para quemaduras, improvisar un vendaje… y una bolsa para aplicar hielo.
  • Para sacar ‘sobresaliente’ en botiquín, sería de gran ayuda incluir un pequeño manual de pequeños auxilios y una lista con los teléfonos de emergencias.

Medicamentos para afecciones leves

También es recomendable incluir en el botiquín medicamentos para afecciones comunes que se dispensan sin receta, como:

  • Analgésicos y antitérmicos, tipo paracetamol o ibuprofeno.
  • Antiácidos.
  • Pomadas o lociones para calmar picaduras de insectos, como antihistamínicos tópicos.
  • Cremas para las quemaduras leves.

Todos los medicamentos deben estar en su caja original y debidamente identificados.

Qué no debe tener un botiquín

Un botiquín no es un almacén de medicamentos, sino un lugar al que recurrir cuando lo necesitemos en momentos puntuales. Por ello, nunca deberá contener:

  • Los medicamentos recetados por el médico o para afecciones crónicas, como antibióticos, medicinas para el colesterol, la hipertensión, etc.
  • Restos de medicamentos abiertos o no utilizados.
  • Medicinas sin prospecto o sin fecha de caducidad.
  • Medicamentos repetidos.

Cualquier resto de medicamento no utilizado o caducado deberemos llevarlo al Punto SIGRE de nuestra farmacia, que se encargará de reciclarlo o gestionarlo correctamente.

 » Más información en 20minutos.es