Hoy en día llegar a los 90 años no es una meta inalcanzable, al menos en España, e incluso no son excepcionales los casos de personas centenarias. Si la meta no es solo llegar a estas edades sino hacerlo de la mejor forma posible, la alimentación tiene que entenderse como un pilar fundamental, junto al ejercicio. La investigación alimentaria busca qué alimentos llevan a las personas más mayores a conservar destrezas, como es el caso de la buena memoria. Un fruto seco tiene la clave.
La ciencia ha constatado que determinados nutrientes favorecen la salud cerebral tanto a corto como a largo plazo, retrasando el deterioro cognitivo, por ejemplo. Ciertos estudios sitúan además alimentos específicos en la mejora de funciones cerebrales como conservar la memoria en buen estado. Es el caso de los frutos secos y específicamente de las nueces: se ha comprobado científicamente que favorece la memoria a largo plazo si se consume con regularidad.
Omega-3, un compuesto fundamental
Si quieres añadir a tu dieta un alimento científicamente relacionado con la protección de la memoria, las nueces son una buena opción. Sus componentes estrella en este sentido son los ácidos grasos omega-3 y los antioxidantes, ambos con funciones clave en este sentido como son la reducción del estrés oxidativo y la inflamación.