Las tres docentes investigadas por un delito de trato degradante y otro de violencia continuada por hablar de modo despectivo, vejar y gritar a una alumna de cinco años con autismo han presentado una querella contra la madre de la niña por un delito contra la libertad y la intimidad al sentirse acosadas por las publicaciones que la denunciada ha hecho en sus redes sociales. Su abogado ha recogido esta mañana el escrito y ha confirmado a este diario que su cliente deberá declarar el 13 de enero ante el juez. El procedimiento está bajo secreto de sumario.
El pasado 22 de abril, los padres de la niña de cinco años con síndrome del espectro autista del CEIP Cervantes de la localidad sevillana de Dos Hermanas, alarmados por los dos ataques epilépticos casi seguidos que había sufrido y por su comportamiento anormal y excesivamente nervioso, decidieron ocultar una cámara en la mochila de la pequeña ante las sospechas de que en el aula especial “se pudiera estar produciendo una situación irregular”, según se determina en la querella que presentaron la semana pasada en los tribunales. Las grabaciones desvelaron el maltrato que las profesoras inflingían a su hija, a la que se dirigían a gritos y de la que decían, entre otras vejaciones, que tenía “el cerebro muy tocado”.
La noticia provocó la indignación social y la actuación inmediata del servicio de Inspección de la Consejería de Educación. Su titular, el político de Ciudadanos, Javier Imbroda, se refirió a las tres docentes señaladas –una logopeda, la monitora y la tutora– como “profesionales que no queremos que estén en el sistema”. Las tres se dieron de baja por ansiedad en cuanto el caso salió a la luz. Aunque la Junta inició un expediente sancionador, este está paralizado por la apertura de un proceso judicial contra ellas, impulsada por la querella que la familia interpuso el pasado 31 de mayo.
Pese a seguir de baja, una de las docentes investigadas se presentó a las oposiciones el 22 de junio.