Dormir poco y mal se ha convertido en una epidemia de la salud pública, así lo afirman los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). El estrés, los turnos de trabajo rotativos (diurnos y nocturnos), así como abusar de bebidas como el café pueden afectar al sueño e impedir un buen descanso.

Todo esto puede provocar insomnio y problemas que afecten al desarrollo de las actividades diarias, incluidas aquellas tareas que se realicen durante el horario laboral. Por eso, conviene resolver esto lo antes posible pues, como afirma la Asociación Española del Sueño (ASENARCO), «dormir es una actividad necesaria porque se establece el equilibrio físico y psicológico básico de las personas».

Las razones por las que tendemos a dormir poco y mal suelen ser porque no tenemos claras cuántas horas necesitamos descansar. La ASENARCO indica que «lo normal es que un adulto sano duerma un promedio de 6 a 8 horas y media«. Sin embargo, esto puede variar.

Hay personas que, por diferentes razones, solo necesitan dormir 5 o 6 horas. Pero esto no es lo habitual. Aunque, lo importante es detectar cuántas son las horas que nos hacen falta para descansar adecuadamente. Para eso, la ASENARCO recomienda tener en cuenta cómo nos encontramos durante el día.

Sin embargo, la higiene del sueño también es un factor importante que puede hacer que dormir poco y mal sea algo habitual. Para ello, la ASENARCO nos brinda una serie de recomendaciones.

Practicar ejercicios de relajación, hacer una cena ligera dos horas antes de irnos a dormir y crear un ambiente relajante en la habitación (luz tenue, fragancia suave, oscuridad, silencio) también son consejos que pueden ayudarnos.

Puede ser difícil intentar mantener un horario regular si una semana trabajamos durante el día y, otra, durante la noche. En los casos en los que nos toque trabajar de noche, la Fundación Nacional del Sueño recomienda realizar la misma rutina para irnos a dormir, pero cuando es día.

Hacer esto puede ser difícil. Por eso, el consumo de melatonina puede ayudar, al igual que lo hace cuando es la ansiedad lo que nos impide dormir o descansar bien. No obstante, en este caso en concreto, sería ideal acudir a un terapeuta para poder resolver el verdadero origen de esa ansiedad.

Dormir poco y mal tiene serias consecuencias para nuestra salud y bienestar.

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