«La vida y la muerte están por encima de ideologías». Con estas palabras, Asun Gómez-Bueno, la viuda de Luis de Marcos, un enfermo de esclerosis múltiple que murió en 2017 tras solicitar sin éxito un suicidio asistido, ha pedido a los políticos que se despenalice la eutanasia. Junto con el médico Marcos Hourmann y el viudo y uno de los hijos de Maribel Tellaetxe, han entregado este viernes en el Congreso de los Diputados un millón de firmas para que se apruebe una ley de muerte digna que regule este derecho.

Las firmas se han recogido a través de tres campañas diferentes en la plataforma Change.org. Hourmann, el primer condenado en España por practicar la eutanasia a una paciente con su consentimiento y el de su familia, recabó 600.000 apoyos para Ángel Hernández, que en abril pasado suministró un preparado letal a su esposa, María José Carrasco, aquejada de esclerosis múltiple durante tres décadas. «Hemos decidido venir aquí, a la Casa del pueblo, para exigirles a los políticos una solución para la gente que está sufriendo. Tienen que legislar ya una ley de muerte digna», ha afirmado Hourmann.

La situación de Hernández volvió a reabrir el debate sobre el suicidio asistido y la eutanasia después de que su caso terminase en un juzgado de violencia de género. «Vamos a recurrir», ha afirmado ante el Congreso, a donde ha acudido para apoyar la entrega de firmas, aunque no se ha mostrado preocupado por su situación procesal. «Ahora la batalla para mí es conseguir una ley para ayudar a las personas que están sufriendo y quieren morir. Y tiene que ser ahora. Que se forme Gobierno ya y que aborden esta cuestión, es lo único que me importa», ha dicho.

«Las mismas manos que han cuidado y dado amor tantos años no pueden acabar junto a las manos de los que han maltratado, en el mismo juzgado», ha criticado Danel Lorente, hijo de Maribel Tellaetxe, enferma de alzhéimer que murió en marzo pasado tras haber pedido también sin éxito la eutanasia.

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