Cualquier dentista en España puede confirmar que lo mejor es cambiar el cepillo de dientes cada doce semanas y, aunque pueden durar en buenas condiciones hasta tres meses, es una buena idea renovarlo si las cerdas están desgastadas. Existen muchas formas de estar pendiente del momento de hacerlo, podemos confiar en nuestra memoria, los más minuciosos no dudarán en apuntarlo en su agenda o poner una alarma en el móvil, también podemos aprovechar el cambio de estación para acordarnos, además, algunos cepillos eléctricos se encargan de recordar a los usuarios que es el momento de poner un cabezal nuevo.
Este sencillo gesto, cambiar el cepillo viejo por uno nuevo, es esencial para cuidar nuestra salud dental, porque garantiza su eficacia, evitando usar un cepillo desgastado y estropeado por el uso, un cepillo de dientes con las cerdas desgastadas puede dañar el esmalte y también las encías. También previene el crecimiento de gérmenes y bacterias, que es habitual en ellos y que puede causarnos enfermedades. Parece claro que pasado el tiempo recomendado, es una buena idea cambiar el cepillo de dientes, pero hay otras circunstancias en las que también conviene deshacernos del viejo y estrenar uno nuevo, como después de un resfriado.
Por qué cambiar el cepillo de dientes después de un resfriado
A nadie le gusta resfriarse,