A estas alturas ya apenas existen prejuicios sobre la edad a la que se puede empezar a hacer actividad física, entendida esta como ejercicio moderado o de mayor intensidad. Es frecuente ver a personas de todas las edades caminando por las conocidas como rutas del colesterol de pueblos y ciudades, y de hecho esta patología es precisamente una de las más prevalentes en España. ¿Hay algún ejercicio más propicio para iniciarse en el deporte y obtener beneficios clave en nuestra salud?
Ya no es infrecuente la presencia de la tercera edad en espacios deportivos municipales o gimnasios privados: la esperanza de vida aumenta y queremos llegar a los 70 y 80 años en la mejor forma posible. Lo ideal es no retrasar la práctica deportiva hasta esa edad, cuando ya aparezcan enfermedades como la artritis o la artrosis, sino centrarse en la prevención y asegurar el mejor estado general de salud posible.
Siendo la voluntad el principal motor necesario, especialmente si nunca se ha practicado deporte, es importante no perder de vista las precauciones a tener en cuenta porque lo cierto es que el cuerpo a partir de los 40-50 años tiene características diferentes que décadas atrás, desde un mayor riesgo de lesiones a posibles patologías crónicas que no hay que descuidar a la hora de plantear una u otra rutina de entrenamiento.