En la actualidad, prácticamente durante todo el día estamos constantemente expuestos a pantallas y a la luz que emiten. Y aunque se trata de dispositivos que hacen nuestra vida más cómoda (y en muchos casos tienen un gran potencial para mejorar nuestra salud), lo cierto es que hay ciertas evidencias de que esa luz resulta perjudicial para nosotros.
Efectos a nivel celular
Así lo explica un estudio llevado a cabo por la Universidad del Estado de Oregón (Estados Unidos) y publicado en el medio especializado Nature Partner Journals Aging, que concluye que este daño además se va incrementando a medida que nuestra edad es más avanzada.
Para averiguar esto, los autores tomaron modelos animales (concretamente, moscas de la fruta comunes, Drosophila melanogaster, frecuentemente empleada por su similitud con los humanos en ciertos mecanismos celulares y de desarrollo) y las expusieron a luz azul constante emitida por leds.
El método se basaba en investigaciones previas que habían encontrado que la exposición prolongada a la luz azul perjudica la longevidad de las moscas. En esta ocasión, analizaron el efecto en las células para poder hallar posibles causas para este fenómeno.
Evitar la luz de las pantallas
Efectivamente, comprobaron que la luz azul afectaba a ciertas vías de producción de energía para las células en la mitocondria,