La hipertensión arterial afecta a un tercio de la población adulta en España, uno de los principales riesgos para poder desarrollar, potencialmente, enfermedades cardiovasculares. Además, existe una creencia popular, que habla de que esa misma tensión arterial elevada y mantenida en el tiempo, puede desembocar a medio plazo en glaucoma.
Los oftalmólogos expertos del Instituto Fernández-Vega dejan claro que, aunque lo que todos conocemos como tensión alta es un importante factor de riesgo, no es en ningún caso la causa directa del debut del glaucoma (trastorno ocular que puede dañar el nervio óptico e, incluso, provocar ceguera).
Presión arterial y presión ocular, dónde y cómo actúa cada una
Aunque a priori pudiera sonar algo así como las dos caras de la misma moneda, debemos tener claro que entre la presión arterial y la presión ocular existen varias diferencias. Para evitar confusiones, el doctor Andrés Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, especialista en glaucoma, nos explica qué tienen en común y en qué se distancian.
«En primer lugar, es necesario aclarar que la presión arterial se refiere a la fuerza que ejerce la sangre en el interior de las arterias cuando el corazón late. Como su nombre indica, la hipertensión tiene lugar cuando la presión arterial es muy elevada. Cuando esta anomalía sucede,