Los trastornos de ansiedad representan el problema de salud mental más común en España. Quienes los padecen tienen un riesgo incrementado de padecer problemas de salud como enfermedad cardiovascular, problemas gastrointestinales o disfunciones del sistema inmune.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Newcastle (Australia) ha hallado que tanto la ansiedad crónica como la de nueva aparición en las edades avanzadas se correlacionan con un riesgo incrementado de padecer demencia.
Hasta 3,2 veces más riesgo
Así lo explican en el medio especializado Journal of the American Geriatrics Society, en el que también detallan un hallazgo muy esperanzador: cuando la ansiedad se resolvía, ese incremento en el riesgo de demencia desaparecía.
La conclusión es el resultado de analizar datos de alrededor de 2.000 personas con una edad media de 76 años que participan en el Hunter Community Study llevado a cabo en Australia. La ansiedad de los participantes se midió empleando una escala normalizada (la escala Kessler de estrés psicológico o K10). Se llevó a cabo un seguimiento medio de diez años de esta población.
El enfoque arrojó que las personas que mostraban un trastorno de ansiedad crónico (es decir, persistente o recurrente) tenían un riesgo unas 2,8 veces mayor de recibir un diagnóstico;