Alrededor de un millón de personas en España padece alguna forma de demencia, como es la enfermedad de alzhéimer, y se espera que esa cifra aumente de manera muy importante en las próximas décadas. Por ello, es vital la puesta en marcha de estrategias de salud pública destinadas a la prevención, ya que resultan fundamentales para reducir en lo posible el impacto individual y colectivo de estas patologías.
Tanto es así que entre un 22% y un 44% de los casos a los 80 años de edad podrían prevenirse con intervenciones orientadas a la mejora de la salud cardiovascular antes de los 74 años, ya que son directamente atribuibles a problemas de salud de esta clase.
Una relación estrecha
Esto es lo que se desprende de un estudio publicado recientemente en la revista especializada JAMA Neurology, que empleó información recopilada en la base de datos del Estudio Neurocognitivo del Riesgo de Aterosclerosis en Comunidades (llevado a cabo en los Estados Unidos) sobre un total de 7.731 participantes de entre 45 y 74 años de edad al comienzo de la recogida de sus datos.
Más específicamente, los autores del trabajo realizaron un análisis estadístico de sus factores de riesgo (estatus de hipertensión, diabetes y tabaquismo) en distintos puntos de la vida de estas personas a lo largo de un seguimiento medio de 33 años,