En España, los granos ciegos son una preocupación común entre quienes buscan mantener una piel saludable y libre de imperfecciones. Estos granos internos se forman cuando un poro se inflama y se obstruye, causando enrojecimiento, dolor y una protuberancia en la piel. A pesar de no ser tan visibles como otros tipos de acné, los granos ciegos pueden ser igual de molestos y requerir un tratamiento adecuado.
Para abordar este problema cutáneo, es fundamental comprender qué son los granos ciegos y cómo se desarrollan. A diferencia de las espinillas típicas que se manifiestan en la superficie de la piel, los granos ciegos se forman bajo la piel y no tienen una cabeza visible. Esto se debe a que el poro obstruido se encuentra más profundo en la dermis, lo que dificulta su tratamiento y puede prolongar su duración.
Ante la aparición de granos ciegos, es crucial evitar la tentación de apretarlos o manipularlos, ya que esto puede agravar la inflamación y aumentar el riesgo de infección. En su lugar, se recomienda seguir una rutina de cuidado de la piel que incluya una limpieza suave pero efectiva, el uso de productos específicos y la adopción de hábitos saludables.
1. Limpieza facial adecuada
El primer paso para tratar los granos ciegos es mantener una higiene facial adecuada.