Con el paso de los años, la pérdida de masa muscular se convierte en un problema que afecta la salud y la calidad de vida de las personas mayores. A partir de los 50 años, este deterioro, conocido como sarcopenia, se acelera y puede llegar a reducir la masa muscular hasta un 2% anual.
La doctora estadounidense Gabrielle Lyon, autora del libro ‘La revolución muscular’, ha intentado transmitir a sus pacientes un mensaje claro: desarrollar y mantener la musculatura es esencial para un envejecimiento saludable y autónomo, algo que considera más importante en general que perder peso.
«Tal vez no nos preocupemos tanto por llevar bikini, pero sí el ser autónomos, tener fuerza para sostener a nuestros nietos. Llevar nuestra propia compra, vivir de forma independiente, ese es el primer motivo para preocuparnos por mantener una buena masa muscular», ha asegurado Lyon a la BBC.
En otras palabras, la musculatura no es solo cuestión de fuerza o estética, sino de preservar la funcionalidad y calidad de vida en la medida que envejecemos.
Un escudo contra enfermedades crónicas
El músculo desempeña un papel fundamental más allá del movimiento y la fuerza: ayuda a prevenir enfermedades crónicas que son más comunes con la edad, como la diabetes tipo 2,