Casi la mitad de los hogares en España tienen al menos un perro, por lo que habitual que, aunque no tengamos una mascota en casa convivamos de alguna manera con ellos, ya sea caminando por la calle, en los parques o cuando vamos a casa de amigos o familiares. En general, a la gente le gustan los perros o, al menos, los tolero, pero existe una minoría, alrededor de un 10% de la población que les tiene miedo. Es lo que conoce como cinofobia, una fobia o miedo irracional a estas mascotas que llega incluso a condicionar el día a día de quienes la sufren.
Rafael San Román, psicólogo de la aplicación ifeel nos habla de sus síntomas y nos da algunos consejos para superar este tipo de miedo.
Al igual que todas las fobias, el miedo irracional a los perros se caracteriza por «una reacción de miedo muy intenso, normalmente ocasionada por la presencia de un estímulo o situación específicos -en este caso, un perro- o por la perspectiva de que estos aparezcan«. Estas emociones intensas provocan unas reacciones fisiológicas, propias de un estado de ansiedad, como “agitación, inquietud, sobreactivación… que pueden manifestarse de maneras muy diversas ante la presencia o proximidad del estímulo al que se tiene la fobia o incluso por imaginar que ese estímulo está presente”, asegura Rafael San Román.
Es decir, que basta con imaginarnos que vamos a encontrarnos con un perro, para que nuestro sistema nervioso se active y se produzcan síntomas como:
Por lo general, las fobias aparecen después de haber tenido una mala experiencia con los perros durante la infancia, haberla vivido de cerca o haber vivido un evento traumático que la persona asocia a un perro, como un mordisco o intento de mordisco, un perro que nos tiró al suelo sin querer cuando intentaba saludarnos, un fuerte gruñido cuando intentamos acariciarlo… A partir de ese momento, se generaliza el miedo a todos los perros.
Otras, sin embargo, basta con asociar los perros con algo que nos han contado, alguna creencia o incluso si alguno de nuestros padre la padece, «no es imprescindible haber vivido en primera persona esa experiencia para desarrollar una fobia, ya que la experiencia propia no es la única vía por la cual los humanos establecemos aprendizajes, y una fobia es un tipo de aprendizaje»,