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- El azúcar y los carbohidratos, entre otros, ralentizan la quema de calorías y grasas, algo que hay que eludir si se está a dieta.
- Los edulcorantes artificiales pueden perjudicar la salud incluso cuando no tienen calorías.
La alimentación, el estilo de vida y el propio tejido corporal son los tres factores que influyen en el metabolismo, un aspecto muy nombrado en el sector de la dietética y la nutrición. Forma parte de este ámbito ya que se refiere a todos los procesos químicos del organismo que queman grasas y energía. Como con el tejido corporal poco se puede hacer porque es una cuestión de genética, la alimentación y el estilo de vida serán los dos ámbitos en los que la propia persona puede influir. De hecho, los hábitos de vida saludables pueden hacer ganar más de 10 años de vida.
Hay alimentos y hábitos que ayudan a acelerar el metabolismo, por lo que están muy presentes en las dietas al ayudar a quemar las grasas y calorías más rápido. Sin embargo, también hay productos que provocan justamente lo contrario, es decir, que ralentizan el metabolismo. Por ello, si ya has empezado la operación bikini debes alejar estos alimentos de tu menú.
- Carbohidratos refinados. Se encuentra en la harina blanca y, por tanto, en el pan y la pasta que se elaboran con ella. Contribuyen a ralentizar el metabolismo porque apenas contienen fibra. Para no renunciar a estos alimentos, lo recomendable es escoger los elaborados con harina integral.
- Leche de vaca y derivados lácteos. Su consumo excesivo acarrea una gran ingesta de grasa, que resultará más difícil de eliminar.
- Azúcar y dulcificantes. Se trata de uno de los mayores problemas de la alimentación actual, puesto que está presente en la mayoría de productos. Es recomendable controlar la cantidad de azúcar, sobre todo la refinada, porque hay estudios que revelan la relación entre este producto y la proliferación del cáncer. Los mismo se puede decir de las bebidas azucaradas y carbonatadas: terminantemente prohibidas, si se quiere despertar el metabolismo.
- Carnes y embutidos. Aunque son buenos por su aportación en proteínas, también son más difíciles de digerir y, por tanto, hay que evitarlos si se busca adelgazar.