A lo largo de nuestra vida experimentamos alegría, tristeza, ira, miedo… Todas ellas son reacciones de las emociones conocidas por todos nosotros pero no por ello dejan de tener complejidad. A pesar de que muchos de nosotros hemos sentido nerviosismo o ansiedad, aún no somos conscientes del riesgo que genera un mal manejo de las emociones al desencadenar en una enfermedad o bloque mental.
Ya sean buenas o malas, las situaciones producen un desequilibrio emocional que pueden llegar a alterar nuestro estado anímico. Tener depresión o que nuestro sistema inmunológico baje pueden llegar a ser algunas de sus conclusiones.
Aunque a priori no es tarea fácil, existen diferentes estrategias que podemos implementar con el fin de poner remedio al ‘desbarajuste’ emocional y poder encarrilar nuestras emociones de la mejor forma posible. Siempre se ha consultar a un profesional para obtener la información necesaria en cada caso para evaluar y ofrecer la mejor solución posible ante este problema. Algunas de las estrategias que podemos implementar son las siguientes:
Mantener la mente ocupada es una de las principales estrategias para sacar los pensamientos negativos. Desde un cambio de conversación a un cambio de actividad.
Se ha de aceptar la realidad. Muchas veces no nos gustan muchas cosas que no podemos cambiar. Si aceptamos esa realidad,