Las fiestas de Navidad son sinónimo de comidas y cenas abundantes y copiosas, frecuentemente regadas con alcohol. Y, aunque son buenas fechas para ser algo más indulgentes y dejarse ir un poco, conviene tener en mente las consecuencias que estos excesos pueden tener para la salud.
El exceso de comida en general o de ciertos alimentos en particular, así como el riesgo de contaminación de algunos ingredientes son las principales causas de los problemas más comunes, junto con el abuso del alcohol. Estos son algunos ejemplos y cómo deberíamos atajarlos si aparecen.
Simple indigestión
Quizás el problema digestivo más común es lo que conocemos técnicamente como dispepsia, que no es otra cosa que una indigestión. Como indica el manual diagnóstico MSD, es fácil de reconocer: una molestia en el abdomen superior, sensación de saciedad aunque no se haya comido demasiado y otros síntomas relacionados con la parte superior del tracto digestivo, como náuseas, vómitos o acidez.
En condiciones normales, se produce por comer en exceso o por consumir mucha cantidad de ciertos alimentos difíciles de digerir (por ejemplo, por su alto contenido en grasa). La dispepsia por estos motivos no requiere tratamiento, pero si aparece de forma habitual y sin que parezca haber un motivo claro puede ser un síntoma de un problema más grave,