¿Está usted o cree que puede estar embarazada? Los carteles son muy visibles siempre que acudimos a hacernos una radiografía. En ellos no solo nos cuestionan, también nos recuerdan que esta prueba diagnóstica supone un riesgo para el feto y que lo mejor es hacérselo a saber al equipo que se encarga de realizarla, pero ¿cuáles son los riesgos?
Una radiografía es una prueba rápida e indolora que se realiza para poder tener una imagen de las estructuras internas del cuerpo, principalmente los huesos. Los haces de rayos X atraviesan el cuerpo y, en función de la densidad de los materiales que atraviesan, se absorbe una cantidad u otra. Por eso los huesos se ven en color blanco, la grasa y los músculos en gris y el aire en negro.
¿Existe riesgo para el bebé?
No es recomendable someterse a este tipo de pruebas si se puede estar embarazada, aunque está demostrado que la cantidad de exposición a rayos X para provocar consecuencias tiene que ser muy elevada, lo mejor es no correr riesgos innecesarios. Una exposición a una dosis alta de radiación en las dos primeras semanas del embarazo puede provocar alteraciones visuales, retrasos del crecimiento e incluso lesiones de mayor gravedad o la pérdida del feto.
Si la exposición se produce entre dos y ocho semanas después de concebir,