El mensaje sobre el calcio como aliado fundamental para el buen mantenimiento de los huesos ha calado en la población hace años. Más aún si tenemos en cuenta la elevada esperanza de vida que se registra en España: la salud ósea es clave para llegar a la tercera edad en las mejores condiciones. A estas bondades se suma ahora la posibilidad de otro rol que podría tener este importante mineral.
El calcio es el mineral más presente en el cuerpo humano, siendo clave no solo para la rigidez y el buen estado de los huesos, sino que también actúa en órganos tan fundamentales como el corazón, los músculos o los nervios, ayudándoles a su correcto funcionamiento.
Aunque es sabido que los lácteos se llevan la palma como principales fuentes de calcio, lo cierto es que no hay que infravalorar su contenido en alimentos tan diversos como verduras de hoja verde (col, brócoli, repollo chino), las sardinas o el salmón.
En cuanto a dosis diarias recomendadas, para la población adulta se indican unos 1.000 miligramos entre los 19 y los 50 años, edad a partir de la cual la mujer debería ingerir 1.200 miligramos, mientras que el hombre necesitaría esta cantidad ya a partir de los 70 años.