Incluir diferentes tipos de marisco en nuestra dieta es una buena idea saludable para prevenir la anemia, fortalecer los huesos y trabajar el buen funcionamiento del cerebro. Rico en hierro en la mayoría de los casos, tanto el marisco como los moluscos y crustáceos son alimentos interesantes por su contenido en hierro, yodo, potasio y calcio.
Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, aunque su ingesta está recomendada por los expertos en nutrición en el seno de una dieta equilibrada y variada, lo cierto es que conviene tener en cuenta que se trata de productos con más posibilidades que el resto de portar ciertas sustancias tóxicas.
Para saber cuáles son los peligros más comunes en la ingesta de marisco, fuente de proteínas de alta calidad y bajo en calorías por otra parte, hemos consultado al doctor Pedro J. Tarraga López, miembro del grupo de trabajo de Digestivo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Algunas consideraciones previas
Aunque en la mayoría de las encuestas llevadas a cabo para conocer los gustos en el consumo de marisco y crustáceos entre la población española revelan que a la inmensa mayoría son productos que les gustan, sólo un tercio de la población los incluye en su dieta.