La memoria es una facultad tremendamente necesaria y útil en la vida diaria, que sin embargo puede deteriorarse fácilmente y más a partir de ciertas edades. Por suerte, existen varias maneras de protegerla e, incluso, mejorarla.
Estos son algunos hábitos que puedes adoptar si te preocupa estar sufriendo una disminución de la memoria.
1. Técnicas de memoria
En cierto sentido, la memoria se puede aprender. Esto es porque nuestro cerebro no recuerda por igual todos los tipos de información, sino que tiene más facilidad para algunos frente a otros; para fijar en el recuerdo mejor estos últimos, es posible aprovechar los primeros.
Este tipo de ‘trucos’, no son otra cosa que técnicas de memoria (o estrategias mnemotécnicas). Un ejemplo sería la visualización (imaginar visualmente el contenido de un texto, por ejemplo) o, más eficaz aún, la auto-imaginación (imaginarse a uno mismo en una situación asociada a lo que debemos aprender), tal y como se expone en un artículo publicado por la Universidad de Arizona.
2. Dormir bien
El tiempo de sueño insuficiente tiene multitud de efectos muy negativos para nuestro organismo y nuestro sistema nervioso, y una de las principales áreas afectadas en este sentido es la memoria.
De hecho, uno de los procesos que tiene lugar cuando dormimos es la consolidación de la memoria y en la selección de la información que puede ser descartada,