Con el verano llega también el destape y, con él, esas zonas especialmente ‘delicadas’ que quedan al descubierto. No es que en invierno no estuvieran mal, es que ahora las vemos y nos urge remontar su aspecto. Piel rugosa, de apariencia especialmente seca, grietas… un intensivo de hidratación y algunos cuidados más se vuelven de repente imprescindibles.
Además de que esas zonas especialmente castigadas de las que hablamos son propensas a la acumulación de células muertas debido a su grosor, circunstancia que provoca que se muestre la dermis especialmente seca y poco estética, también influye el hecho de que por naturaleza se trata de puntos clave en los que apenas existen glándulas sebáceas. De hecho, las pocas que hay, se distribuyen de manera irregular.
Además de codos y rodillas, zonas olvidadas que en verano ‘dan la cara’, su peor cara, hoy vamos a hablar de otra que tiene mayor espesor que la piel del resto del cuerpo, y que es así porque debe hacer frente al continuo roce al caminar. Efectivamente, hablamos de los talones, cuya piel puede llegar a ser hasta 50 veces más gruesa que la del rostro.
Para combatir la rugosidad y la deshidratación extra de estas áreas olvidadas, concretamente de los talones, Juan Manuel Mata, director científico de Saluvital nos ofrece una serie de consejos muy eficaces para iniciar la remontada.