Uno de cada 250 nacimientos que se producen en el mundo dan lugar a dos gemelos monocigóticos, es decir, dos niños o niñas iguales -o casi- fruto de la división de un óvulo fecundado. En torno a los gemelos, circulan una serie de creencias y mitos, muchas de ellas medias verdades o directamente falsos mitos porque, ¿quién no ha escuchado alguna vez que los gemelos tienen telepatía, que se enferman a la vez o que se inventan su propio idioma?
Eso es lo que pensaba la ciencia, y tiene lógica, pues si un óvulo fecundado se divide en dos, lo normal es pensar que se va a dividir en dos partes genéticamente iguales, y más cuando se trata de dos personas que, a simple vista, parecen iguales. Sin embargo, los gemelos no son al 100 por 100 idénticos genéticamente, como ha confirmado un estudio publicado en la revista Nature. Esta investigación secuenció el ADN de 380 pares de gemelos y descubrió que entre ellos había una media de 5,1 mutaciones nuevas (no heredadas). Estas mutaciones surgían en las primeras semanas del desarrollo del embrión, una vez dividido el óvulo en dos, por eso se presentan en un gemelo y no en el otro. Estas diferencias genéticas, además de producir pequeñas diferencias en su aspecto físico -que para muchos será imperceptible- puede ser determinante,