Chucena, un pueblo de Huelva de 2.200 habitantes, celebra el 15 de agosto su día grande. Es habitual que ese día los vecinos vayan de casa en casa y picoteen de lo que se les ofrece. En las peñas, los socios también llevan comida para compartir. Este año, entre las viandas había carne mechada La Mechá. Cuando los chucineros la comieron no sabían que estaba contaminada con listeriosis. La Junta de Andalucía decretó la alerta sanitaria ese mismo día 15.

La resaca de las fiestas para muchos habitantes de Chucena ha sido muy dura. Hasta 30 vecinos, cuenta su alcaldesa Encarna Castellano, se han visto afectados por el brote, entre ellos varias embarazadas que están ingresadas en distintos hospitales de Sevilla. “Yo creo que son más de 30, en mi familia por lo menos hemos caído 15”, cuenta Elías Fernández. Todo el clan estuvo comiendo en casa de una tía de su mujer. “Su marido siempre prepara la carne mechada, pero este año decidió comprarla”. Los primeros en sufrir los síntomas fueron su esposa, Ana María, y su hermano. El 16, en cuanto vieron que se había decretado una alerta sanitaria acudieron a los servicios de urgencias del Hospital San Juan de Dios de Bormujos. “Allí estábamos medio Chucena y gente de otros pueblos también en fiestas. Las limpiadoras no daban abasto con los baños”, recuerda. Allí les hicieron análisis y les dieron el antibiótico. “A las cinco de la mañana, cuando le remitió la fiebre a mi mujer, nos fuimos a casa”. Al día siguiente, él empezó a encontrarse mal. “Cuando fui ni me hicieron análisis, me dieron el antibiótico directamente”.

El primer día que acudieron a Urgencias coincidieron con Álvaro, un joven de 19 años de Villamanrique. Él había comido carne mechada al corte el día anterior en una fiesta en la playa. Le hicieron la analítica y le dieron el antibiótico, pero no le tomaron muestras para un cultivo, como establece el protocolo. “Ante la avalancha de vecinos con síntomas,

 » Más información en elpais.es