Los problemas de salud pueden resolverse en muchas ocasiones si logramos una detección temprana, y esto se consigue prestando atención a los primeros síntomas. Uno de ellos es la pérdida del sentido del gusto.
Un nuevo estudio que analizó a más de 7.000 estadounidenses mayores de 40 años que perdieron el sentido del gusto a una edad temprana tenían un riesgo 47% mayor de morir prematuramente que las personas que conservaron su capacidad completa para percibir los sabores.
Los resultados de la investigación mostraron que las mujeres corrían más riesgo que los hombres. Las mujeres que informaron haber perdido el gusto en la primera o la mediana edad tenían un 56% más de probabilidades de morir de forma prematura que las que no informaron haber sufrido ningún cambio.
Entre los hombres, aquellos con un cambio en el gusto tenían un riesgo 34% mayor de muerte prematura.
Los investigadores descubrieron que quienes experimentaban una disminución creciente de los sabores salado y ácido tenían mayor riesgo, con un riesgo general aproximadamente un 50% mayor.
El estudio afirma que la pérdida del gusto en sí no causaba la muerte, pero podría ser una señal de advertencia de una enfermedad subyacente grave que podría conducir a una muerte prematura.
«Estos hallazgos sugieren que la percepción subjetiva de la pérdida del gusto puede servir como un indicador simple y valioso para la detección de poblaciones de alto riesgo en la práctica clínica y de salud pública»,