La resistencia a la insulina es un trastorno metabólico que afecta a más de 500 millones de personas en el mundo, según las cifras de la Federación Internacional de Diabetes. Como resultado, las células no pueden absorben fácilmente la glucosa, lo que puede desembocar en diabetes tipo 2 y/o enfermedades cardiovasculares. Ahora se estudia a los ácidos grasos omega-3 como posible fórmula para revertir este trastorno. ¿Podría ser eficaz si lo tomamos como suplemento?
Un estudio reciente ha analizado en ratones con diabetes tipo 2 cómo impactan estos ácidos grasos poliinsaturados a la hora de controlar mejor la glucemia así como los procesos inflamatorios en el organismo. El grupo de animales enfermos recibían suplementos diarios de omega-3 tres veces al día mientras que otro grupo de control no lo recibían.
Los resultados constataron que los ratones diabéticos adquirieron mayor sensibilidad a la insulina gracias a este suplemento, lo que lleva al equipo científico responsable a plantear que podría tener los mismos efectos en humanos.
El superpoder del omega-3
Este tipo de grasa poliinsaturada interviene en funciones biológicas clave. En los últimos años la población ha ido adquiriendo conciencia sobre ella, especialmente sobre su papel en la salud cardiovascular, y sobre con qué tipo de alimentación puede garantizar su consumo,