Era el primer vuelo que Landon hacía solo. El niño tiene siete años y autismo, aunque con un alto grado de funcionalidad [término que indica una mayor capacidad que otras personas con este trastorno y cuesta diferenciar del síndrome de Asperger], y a su madre, Alexa Bjornson, le preocupaba que el pequeño se pusiera nervioso y no parase de preguntar a su compañero de asiento la frase tan típica de los pequeños: “¿Cuánto queda?”.

Para solucionarlo, decidió mandar a Landon con una nota en la que explicaba la condición de su pequeño: “Mi hijo tiene autismo, por lo que, a lo mejor, se pone ansioso durante el vuelo -el recorrido de unos 1.000 kilómetros que hacían era de Las Vegas a Portland- y no parará de preguntar ‘¿Cuándo llegamos?’ Por favor, hágale el viaje lo más cómodo y seguro posible”. A la misiva, Alexa añadió un billete de 10 dólares como compensación por el favor. El menor se dirigía a ver a su padre.

Según explica la mujer en su cuenta de Facebook, esta es la respuesta que recibió de uno de los pasajeros que iba en el avión: “Mi nombre es Ben Pedraza. He sido el compañero de Landon durante su viaje a Portland. Es cierto que ha preguntado muchas veces cuándo llegábamos, pero ha sido un compañero genial (…) Nos lo hemos pasado muy bien. Es un niño estupendo y eres una madre con mucha suerte”.

En la nota que ha compartido Alexa, Ben añade que aprecia los 10 dólares, aunque apunta “que no era necesario”; el hombre ha decidido donarlo a una asociación de autismo en honor del chaval. “Estoy tan agradecida por esta persona… Esto es lo que marca la diferencia, la gente buena. Muchas gracias, Ben”, termina la mujer en su post, publicado el pasado 27 de junio. Desde entonces, la historia ha sido compartida más de 325.000 veces en esta red social.

Ben, que ha contado que los dos se sentaron en las primeras filas,

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