Muchas enfermedades graves comienzan su curso de una manera lenta e insidiosa, con síntomas leves y muy comunes, que aparecen frecuentemente en padecimientos sin gran trascendencia, que tendemos incluso a ignorar.
Esto no significa que ante el más mínimo síntoma debamos alarmarnos y estresarnos. Si el signo no es especialmente intenso, aparece de manera esporádica, y no va acompañado de otras molestias, en la inmensísima mayoría de los casos no nos va a estar pasando nada grave. No obstante, siempre es conveniente prestar atención a nuestro cuerpo y comprender los síntomas que podemos estar experimentando.
La rigidez de cuello, normalmente resultado de un problema muscular
Una molestia que muchas personas sienten en algún momento es la rigidez de la nuca, una cierta dificultad y dolor al girar la cabeza hacia un lado. Puede tener muchas causas diferentes, y la mayoría no son graves, pero existen unas pocas que sí que pueden implicar la existencia de un problema grave de salud.
Lo más común es que se trate simplemente de un esguince o una distensión muscular, por ejemplo en el músculo elevador de la escápula, como resultado de dormir en mala postura, una lesión deportiva, una mala postura al trabajar…
Otra causa posible, ya de mayor gravedad, es un trastorno de la columna cervical,