Conocer nuestra piel es la mejor forma de cuidarla como se merece. Dependiendo del tipo de cutis que tengamos y de nuestros gustos personales, debemos establecer una rutina completa, diaria y lo más estricta posible que comience con una limpieza adecuada y acabe con suaves masajes que ayuden a la absorción de nuestros cosméticos y sirvan de gimnasia facial para mantener a raya las líneas de expresión. Pero, aún hay más: para que todos estos pasos funcionen, debemos saber elegir los productos que mejor sientan a nuestra piel, ya sean cremas hidratantes o brumas, pues juegan un papel crucial en la salud (y belleza) de la dermis.
Entre los que nunca deben faltar están los sérums, pues, más allá de la formulación específica que puedan tener para tratar, por ejemplo, manchas, arrugas o pieles delicadas, todos comparten una alta concentración de ingredientes activos y una textura líquida que favorece una absorción más rápida e, incluso, profunda. Un cosmético a tener muy en cuenta que, por ello, tiene tantas variantes como necesidades; complicando, en muchos casos, la elección del mejor para nuestra piel.
Además de ponernos en contacto con el especialista al que solemos hacerle las cuestiones sobre nuestra piel, las recomendaciones de otros usuarios pueden ser una buena guía para dar con aquellos must que pueden mejorar la salud del cutis.