Los inhibidores del GLP-1 han desatado una auténtica revolución en el tratamiento de condiciones como la diabetes de tipo 2 o la obesidad, hasta el punto en que aquí en España los responsables de su descubrimiento han recibido un premio Princesa de Asturias. Sin embargo, su trayectoria en el campo de la farmacología es aún incipiente, y parece que esta clase de sustancias podría todavía tener más efectos positivos para nuestra salud.
Así, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) publicado en el medio especializado eClinical Medicine ha encontrado que las personas tratadas con semaglutida (principio activo del famoso fármaco Ozempic) podría reducir el riesgo de las personas de padecer el deterioro cognitivo propio de enfermedades neurodegenerativas como las demencias o incluso los impulsos por consumir que caracterizan la adicción a la nicotina.
En busca de posibles efectos secundarios
La semaglutida es un agonista del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) que por sus efectos sobre la regulación de la glucosa en sangre y sobre el apetito se considera indicado en el tratamiento de la diabetes de tipo 2 y la obesidad.
Como todos los fármacos, su uso debe reservarse a aquellos pacientes que lo necesiten por razones clínicas (y no estéticas).